lunes, 14 de junio de 2010

somos mundiales by yani

Me gusta el fútbol, me encanta el fútbol, desde chiquita, desde siempre, me apasiona el fútbol, me gustaba los domingos cuando mi viejo me llevaba a verlo en vivo, verlo en vivo es lo que mas me gusta. En su honor soy de River en Argentina y consecuentemente de River en Uruguay, doblemente gallina. Después con los años se complicó poder ir a verlo… la violencia se hizo presente, o mas visible y dejé de ir a la cancha como algo cotidiano.
Con mi amiga de toda la vida, jugábamos los sábados en el club, éramos nosotras dos contra el hermano y un amigo (1 año mayores) nosotras contábamos con unos once añitos… y les ganábamos seguido, muy seguido, tanto que el único pedido era que la noticia no se esparciera el lunes en el recreo de la escuela, íbamos todos a la misma escuela, y a nosotras tampoco nos convenía que se supiera mucho, asi nos evitábamos que nuestros compañeros nos dijeran “varoneras”.
En la semana, nos juntábamos con los vecinitos, vivíamos en un pasaje, dato a nuestro favor por que eso implicaba que no pasaba mucho tránsito… y yo tenía que disimular un poco el placer y el orgullo que me causaba que los chicos del barrio vinieran a buscarme para jugar.
Con el paso de los años a mis amigos y a mis novios les impresionaba que jugara bien al fútbol y que supiera de fútbol, el nombre de los jugadores, de los técnicos, de táctica, que opinara en voz alta. Ahora por suerte ya no está tan mal visto o no causa tanto asombro que una mujer hable de fútbol, lástima que para hacerlo por las grandes cadenas de televisión se tengan que vestir y actuar como vedettes… que se note tanto el derecho de piso que están pagando, pero quizás eso cambie con los años también.
Me arrepiento de no haber seguido jugando, mi amiga si, será porque se apellida Alonso y es una 9 neta y goleadora, a mi gustaba más jugar de 4, por el carril derecho, al mejor estilo Hernán Díaz, fiel a mi estilo de estar en todos lados al mismo tiempo.
Me gustan los equipos que atacan, me gusta Bielsa, me gusta Cappa, me gusta Carrasco, horrible lo de Mourinho, soy de las que prefiere perder atacando que ganar colgada del travesaño como le ganamos a Uruguay para clasificarnos, será porque en general creo que no correr riesgos no es vivir. Y porque el fútbol se disfruta cuando hay goles!!!
Mi compañera de la vida, por suerte, es tan fanática como yo, es hincha de Peñarol, ella fue mas consecuente y jugó “profesionalmente” (todo lo profesionalmente que puede jugar una mujer) como golera/arquera de Cerro hace unos años ya. Es muy gracioso ver como “nos peleamos” para ver quien devuelve esas pelotas que se cruzan por la calle, cuando los chiquilines juegan por ahí, o vernos algún fin de semana lluvioso buscando, más que una película, algún partido interesante en alguna parte del mundo, porque no discriminamos por país, ni por división, ni por colores, y es más, en tren de confesiones debo reconocer que la Premier Ligue de Inglaterra me puede, no hay forma de que en esos rally de zapping loco yo pase por un partido de la Premier y no me detenga en él hasta que termine.
Mi primer mundial, por desgracia, fue el del 78, yo tenia 8, y lo festejé, ¡cómo lo festejé! Uno de los recuerdos más nítidos que tengo es el asombro de ver como el blanco y negro de la tele pasaba a verse en colores y todo era blanquiceleste. Y con los años como me dolió darme cuenta lo que había detrás de ese, mi primer mundial, en mi país, con mi selección ganándolo… y con la dictadura montando el gran espectáculo y aprovechándolo. En mi casa no se hablaba de lo que pasaba por esos años, y ese descubrimiento posterior, tardío, todavía me duele.
Un mundial es de las cosas más políticamente incorrectas que debe haber, ¿eso ya lo sabemos, no? sobre todo porque exacerban una de las cuestiones que a mi entender son mas nefastas en estos momentos de la humanidad: los nacionalismos. Sin mencionar los negocios de la FIFA, ni la convivencia con los violentos, etc., etc. Ni hablar de los millones invertidos en medio de ese continente hambriento y olvidado. Ojalá la pobreza en el mundo se solucionara con no hacer un mundial, sería fantástico, pero no es real, a veces pienso que si pensáramos realmente en los seres humanos olvidados, marginados, excluidos de nuestro mundo no podríamos ni ir a un recital en la Zitarrosa (ni hablar de un megaconcierto en River), pero lo hacemos porque no se soluciona de esa forma, como el problema de África no se soluciona no viendo el mundial, la única forma de terminar con la injusticia y la desigualdad, con la pobreza y el hambre es cambiando este sistema social, económico y político que tenemos para ordenar nuestra vida como sociedad. Y en eso estamos.
Pero en los ratos libres, damos rienda suelta a las pasiones que nos agitan, y la razón se toma un descanso y entiendo que para algunos eso sea motivo de crítica, pero para otros, como para mi, una de esas pasiones es el fútbol, un rato de no pensar en el mundo y sus avatares (como una buena película, un buen cd de música, o buen libro), un rato de alegrarse, de enojarse, de gritar, de cantar, de saltar, de sentirse en comunión con el deseo de otros tantos, y por sobre todas las cosas un rato para hacer todo lo que la pasión sea capaz de hacer. 

Por eso somos mundiales.

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